Gestión del color frente a control de color: ¿cuál es la diferencia?

Distinguir ambas cosas es importante en los flujos de trabajo de impresión de hoy en día.
Si alguna vez un cliente le ha llamado para preguntarle por qué su logotipo parece “demasiado rojo” o por qué una reimpresión no es idéntica al trabajo anterior, entonces ya sabe el papel que juega el color en la satisfacción de los clientes. En el mundo de la impresión digital, distinguir entre la gestión del color y el control de color puede ser decisivo. Ahora bien, acertar con el color y que este sea uniforme puede ser un desafío constante. Comprender las diferencias entre la gestión del color y el control de color en la impresión digital es de vital importancia para ofrecer los excelentes resultados de color que esperan sus clientes.
Si bien parecen términos similares y a menudo se utilizan indistintamente, la gestión del color y el control de color no son lo mismo. Por eso, esta distinción es importante, sobre todo hoy en día, cuando las imprentas comerciales deben operar con menos personal cualificado, plazos de entrega más estrictos y flujos de trabajo digitales más complejos. Como líder experto en tecnología del color en impresión digital, Fiery está aquí para dejar las cosas claras y mostrar cómo dominar tanto la gestión del color como el control de color para lograr una calidad de color que haga que la gente se fije en sus trabajos.
La gestión del color permite lograr el color correcto.
La gestión del color se centra en conseguir el color correcto desde el primer momento. Esto supone configurar la impresora, el soporte, la tinta o el tóner, así como medir la salida de color para asegurarse de que el color es el deseado. Básicamente, está creando un perfil que captura el aspecto que tiene un “buen color” para una configuración específica.
Es similar a configurar el GPS antes de emprender un viaje por carretera. Usted define el destino, es decir, el color exacto, y la gestión del color se encarga de establecer la ruta más eficiente y repetible para llegar hasta él.
Las herramientas como Fiery Color Profiler Suite facilitan esta configuración, especialmente si su impresora cuenta con un espectrofotómetro en línea. Con tan solo unos clics, el sistema imprime, mide y crea el perfil ICC para esa impresora y ese soporte específicos. ¿Necesita cumplir los requisitos del G7? Ya está integrado. No hace falta hacer ajustes manuales, ni hacer conjeturas.

Pero aquí está el reto: no se puede tratar este paso como algo que se hace una sola vez. Si crea un perfil y la salida luce excelente, no puede dejarlo intacto durante semanas o meses. La razón de ello es que algunas variables, como las condiciones ambientales, los lotes de tóner y el desgaste de la impresora, pueden influir en el resultado. Aquel perfil de color que antes era perfecto ya no es válido esta vez, lo que significa que ahora tendrá que pasar al control de color.
El control de color es lo que permite mantener el color.
El control de color es la parte que la mayoría de las personas pasan por alto. Es lo que mantiene la uniformidad del color después de configurar el perfil. Considérelo como el mantenimiento periódico de su vehículo; no basta con realizar una puesta a punto una vez y esperar que funcione perfectamente para siempre.
En la impresión, las cosas cambian con el tiempo. La temperatura cambia. La humedad fluctúa. Los lotes de tóner pueden variar. Con el paso del tiempo, esas pequeñas variaciones se van acumulando y ese color perfecto que consiguió hace unas semanas empieza a ser distinto del deseado.
Y es ahí donde entra en juego el control de color. Este proceso consiste en comprobar y corregir periódicamente su producción para asegurarse de que sigue cumpliendo con las especificaciones. Imprima un gráfico de prueba, mídalo, compare los resultados y vuelva a realizar la calibración en caso de que sea necesario. La importancia de la gestión frente al control en la impresión digital no debe subestimarse.
En teoría, parece fácil. Sin embargo, en la práctica, las comprobaciones manuales de color pueden llevar mucho tiempo. ¿Y encontrar personal con la experiencia necesaria para llevarlo a cabo correctamente? Eso cada vez es más difícil. Es aquí donde la automatización puede influir de manera significativa.
Control de color sin intervención manual con Fiery ColorGuard
La versión más reciente de Fiery ColorGuard convierte el control de color, que antes era una tarea manual complicada, en un proceso totalmente automatizado que se realiza en segundo plano. Diseñado para funcionar a la perfección con instrumentos de medición en línea en impresoras, verifica, corrige y mantiene la salida de color en todos sus dispositivos sin detener la producción ni requerir la intervención del operador.
Esto supone un avance significativo en la automatización de la impresión digital. Fiery ColorGuard elimina la necesidad de comprobaciones manuales, trabajos de preparación y recalibraciones innecesarias. Además, al combinarlo con las herramientas optimizadas de gestión del color de Fiery, que integran la calibración y la creación de perfiles de soportes en un solo paso, Fiery ofrece la solución integral más automatizada para lograr y mantener un color de alta calidad en toda la imprenta.
A continuación encontrará las funciones que ColorGuard permite automatizar:
- Verificación de color programada.
- Recalibración solo cuando sea necesario, lo que permite ahorrar tiempo, tóner y esfuerzo.
- Comprobaciones de colores planos de marca para trabajos en los que el color es fundamental.
- Estado del color en tiempo real mediante indicadores luminosos claros.
- Verificación universal para soportes que comparten la misma calibración.

¿Por qué es importante?
En el entorno de impresión de hoy en día, caracterizado por su ritmo acelerado y su gran presión, el control de color automatizado no es opcional, sino esencial. Cuando no hay tiempo para realizar comprobaciones manuales y no hay ningún experto en color cualificado disponible, ColorGuard se asegura de que la calidad del color no se vea afectada en la constante lucha por ofrecer los colores adecuados a sus clientes.
Con ColorGuard:
- Detectará las variaciones de color antes de que se conviertan en un problema.
- Reducirá los residuos y evitará tiempos de inactividad innecesarios.
- Mantendrá la uniformidad de la marca en todos los pedidos posteriores.
- Permitirá que su equipo se centre en realizar trabajos, en lugar de preocuparse por el color.
Es como si tuviera un experto en color integrado que trabaja las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y nunca se pierde una comprobación. Esta fiabilidad se traduce directamente en una mejor calidad, clientes más satisfechos y menos sorpresas en la línea de impresión.
Simplifique y automatice el color hoy mismo
Lograr un color preciso es una cosa, pero mantenerlo así en todos los dispositivos, turnos y trabajos repetidos es otra muy distinta. No obstante, gracias a Fiery ColorGuard, el control de color deja de ser un proceso manual, lento y dependiente de un único miembro del personal.
Esta solución completamente automatizada refleja el amplio compromiso de Fiery con el avance de la innovación en la impresión digital. Durante más de 30 años, Fiery ha liderado el sector en ciencia del color, integración de flujos de trabajo y automatización, ayudando a imprentas de cualquier tamaño a ofrecer impresiones fiables y de alta calidad, todo ello con niveles cada vez mayores de eficiencia y facilidad de uso.
Fiery ColorGuard, que incorpora la automatización en cada paso, desde la configuración hasta la verificación continua, hace que sea más fácil que nunca tener el control del color, con procesos de gestión y control de color perfectamente integrados.
Vea nuestro último vídeo para obtener más información sobre Fiery ColorGuard y el control de color automático, o escuche nuestro pódcast para profundizar en el tema.
